La expresión artística puede sostener una definición infinitamente subjetiva. Muchas personas alrededor del mundo consideran como arte las ideas más abstractas y absurdas y es que la percepción de cada quien siempre será diferente, otra cantidad de personas al mismo tiempo, clasifican como una pérdida tanto de material ó de tiempo. Si consideramos el graffiti como una expresión artística de la mano de un sentido común, deberíamos abrir nuestra mente al mismo tiempo, para ver más allá de esos nombres sin sentido que forman parte inadaptada del urbanismo actual, y tomar en cuenta el nivel que mantienen aquellas representaciones del tamaño de un muro completo, cuando el mensaje indirecto, lleva en su alma toda una cultura y un sentimiento.
Tiene sentido que en este y muchos otros países se considere "vándalo" al autor de los muchos dibujos que se encuentran a nuestros alrededores y que parecen carecer de coherencia, esto se debe a que la necesidad inaudita de paredes públicas como lienzo invade la opinión, el criterio, y hasta el mismo respeto de los verdaderos propietarios de los mismos. Por ello existen políticas que defienden con prioridad al ciudadano por encima del "artista", mientras exista el permiso de la ciudadanía, sediento el derecho de una buena expresión cultural, valorando el esfuerzo de estos muchachos ¿quien dice que no se puede?
